Había una vez un niño llamado Martin nació el 27 de julio de 1997, él vivía con su tía y su tío. Él era un niño muy serio y callado ya que sus padres habían muerto en un tiroteo. Ellos trabajaban de policías, eran muy honestos y buenas personas, eso era todo lo que el sabía y su tía no le decía más nada. Para él siempre fue una incógnita ya que quería averiguar todo sobre ellos.

 

El día que empezó la universidad estaba muy feliz pero nunca se imaginó que todo podía cambiar. Su día empezó a las 10 am, se levantó, desayunó y se fue a la universidad. Cuando llego a la universidad había un disturbio, era un homicidio y la universidad estaba suspendida. Se angustio mucho, aunque no la haya conocido. Volviendo a su casa encontró un bolso con el nombre de la chica asesinada a él le pareció muy raro, pero lo agarro porque le causo mucha intriga, se lo llevo a su casa él lo quería revisar y avisarle a la policía que tenía un bolso que podía ayudar en la investigación. Al llegar a su casa abrió el bolso para saber algunas pistas, él estaba emocionado le gustaban mucho las películas policiacas y quiso poner experiencia en práctica. Al abrir el bolso se encontró solamente con dos cosas. Un cuaderno y una manzana mordida, la manzana no era igual que las otras ya que era de color dorado con un contraste violeta. No se pensó nada malo, había comido una manzana y después murió, pero la manzana no había sido la culpable. Empezó a ver el cuaderno hasta que encontró unos acertijos en latín, por suerte en la casa de su tía había muchos libros en latín porque ella era profesora de esa lengua y la estudiaba. Él sabía que preguntándole ella se metería mucho en el tema y le haría muchas preguntas, pero la espero porque no quería que la policía supiera de esa evidencia, él quería ser el héroe por una vez en su vida.

 

Su tía llego alrededor de las 3 p.m. Ella apenas entro a la casa en la invadió con preguntas, ella preocupada le grito ¡Ya está!, se había enterado lo de la chica de la universidad y llorando le dijo a Martin: “Yo la conocía es la hija de mi amiga Marta” Marta era su amiga de toda la vida. El la abrazo y la consoló, pero le dijo con una voz misteriosa yo sé cómo podemos descubrir lo que paso, mira lo que encontré – Martin le muestra el cuaderno -  Su tía le dice:

No puede ser estos acertijos no los había visto hace más de 20 años, estas escrituras estaban en el museo, pero nadie más las tiene, ¡esto nadie más lo tiene!, esto es muy raro…

Martin sin entender nada le pregunto, ¿pero? ¿lo podes arreglar o estudiar? Necesito que lo hagas, solo en vos puedo confiar. Ella decidió poner todos sus conocimientos y ayudar a su sobrino. Pasaron horas y horas hasta que logro descifrar una parte del escrito, solamente decía: “Para averiguar lo que quieras muérdeme, pero solo una persona de corazón puro y noble podrá pasar la prueba de vida o muerte”

El muy emocionado empezó a decirle a su tía, eso me puede ayudar, puedo descubrir cómo eran mis padres y saber todo sobre ellos el muy decidido fue hacia la manzana, pero su tía no quiso dársela porque decía, antes de eso deberás saber una cosa de tus padres, ellos no están muertos, viven en Ohio te dejaron conmigo porque mataron a un mafioso y desde ese día corren peligro por su vida. Si quieres hablar con ellos solo tienes que llamar a un número guardado que tengo en mi escritorio. El no sabía si ponerse triste o feliz pero lo único que hizo fue llorar. No quiso morder la manzana porque no quería correr el riesgo de perder su vida. El le dijo a su tía que les contara a sus padres que le dijera que ya sabía todo pero que todavía no estaba listo para llamarlos.

                                                                               ¡Fin!